Como pasa el tiempo, parece mentira, pero parece que fue ayer cuando vimos nacer a Curioso y hace unos meses cumplió cuatro años y ya es un toro. Unos meses antes había vuelto de Mayorga a las fincas de Guadalix de la Sierra, para regresar a los campos que le vieron nacer y para terminar su preparación y cuidados.
Al llegar a la finca del Palomar, en primer lugar se le deja unas semanas para que se vaya adaptando de nuevo a su casa, se adapte al entorno y nuevos compañeros.
A partir de ahora, también cambia la alimentación, debido a su edad, morfología y a la preparación que comenzará a tener. Otra de las nuevas particularidades que vivirá Curioso, es que se le pondrán fundas en los pitones.
Una vez preparado todo en la manga, comienzan las tareas para cuidar y proteger los pitones de nuestro querido toro y que estos mismos pitones no dañen o hieran algún otro toro. Preparado todo el material se adormece a Curioso y se le colocan las fundas.
Este tema ha traído mucha polémica al mundo taurino por la defensa de la integridad del toro, pero cada vez parece más claro que lo único que genera son beneficios y pocos son los ganaderos que no se han sumado a esta tendencia.
Aprovechando que esta en la manga se desparasita y se verifica que todo está correcto.
Una vez terminado este trabajo vuelve a la dehesa para disfrutar con sus compañeros de las bellas vistas de la sierra madrileña y todo lo que a ella rodea.
Cada vez está más cerca su momento. Cada vez falta menos para poder demostrar su bravura, su condición y para lo que ha nacido. Es por este motivo que los cuidados y atenciones cada vez son más minuciosos. El ganadero no deja al azar ni un sólo detalle para que de este modo nada pueda fallar.
Así pasará los últimos meses que le faltan antes de poder ser embarcado para ser lidiado en una plaza de toros. Os seguiré contando como son estos meses.