El pasado 30 de Mayo de 2015, a las siete de la mañana comenzaban las labores para llevar a cabo el destete de Curioso. Como el becerro nació en octubre, lo aconsejable es destetarlo a finales de Mayo, primeros de Junio. Es importante recordar que no es recomendable destetar una cría brava con menos de 5 meses y no debe tenerse con la madre más allá de los 7 u 8 meses.
El mayoral junto con los vaqueros preparan los caballos para comenzar la faena. De ellos depende el éxito de la faena.
Antes de la obligatoriedad de acrotalar, había que estar muy pendiente del destete de los becerros ya que es vital el correcto ahijado para su completa genealogía. Ahora, con el crotal, todo becerro está identificado desde su nacimiento y por tanto su eventual desahije no ofrece mayor problema. Curioso lleva en su oreja el crotal con el número 174.
En el destete se pone a prueba la doma de los caballos y la destreza de los vaqueros, manteniendo siempre la tropa unida. Es una labor complicada y necesita de un conocimiento total del comportamiento de los animales.
Hay que conducir al lote de vacas con todas sus crías, junto con el semental, desde su cercado hasta los corrales de la finca, para ello mandan los caballistas ayudados por los bueyes.
Esta travesía puede ser de hasta kilómetros,concretamente la que tuvo recorrer Curioso fue cerca de los dos kilómetros. Siempre son conducidas las reses por vías pecuarias reservadas para el tránsito de ganado y cruzarán por cañadas reales donde la preferencia las tienen los animales, aunque sea para cruzar una carretera comarcal como se aprecia en la fotografías.
Una vez conducida todas la tropa desde su cercado hasta los corrales de la finca, justo antes de entrar a los corrales, bien cerrado, se coloca la tropa de vacas paridas con sus crías y el semental.
En medio, junto a la portera de salida, se sitúa un hombre para abrir la puerta. El mayoral, muy despacio entraba en la tropa de vacas e iba sacando las vacas paridas. Nada más traspasar el conjunto, se arreaba fuerte para que la vaca saliera hacia la puerta , sin dejarla orientar, ni mirar para atrás buscando a su cría. El hombre cierra la puerta con firmeza para no espantar a la vaca, sin perderle de vista, y dejarla fuera separada de sus crías. En ningún momento puede traspasar la puerta un becerro ya que no se cumpliría con el objetivo. Se cuenta fácil pero no lo es y es primordial al experiencia.
Al principio es más fácil, porque las vacas viejas conocen la faena, sobre todo las paridas con crías grandes, y salen con cierta facilidad, pero a medida que en la tropa van quedando pocas vacas, la dificultad se acrecienta, especialmente con las vacas nuevas en esta faena y las de crías recién nacidas. Una vez desmadradas todas, sin distraerse mucho porque los becerros berrean sin parar, hay que meterlos a todos ellos en los corrales para que la separación sea completa y definitiva.
Desde este momento los becerros se separan de la madre para siempre y aguardan en los corrales hasta el herradero, aunque alguno de ellos no están de muy buen humor y comienzan las peleas. En la foto de abajo Curioso enfrentándose con otro becerro justo después de separarle de su madre.